Exactamente una semana atrás, realizamos una actividad que constaba en hacer una figura de dos metros aproximadamente, sólo con brochetas uniéndolas con cinta adhesiva, a simple vista no tendría mayor complejidad, pero tenia una exigencia, ningún integrante del grupo podría hablar, pensé a perfecto, escuchar un poco el silencio nunca es tan terrible, pero a medida que teníamos que ponernos de acuerdo para buscar la mejor forma en que esta figura debía alcanzar los dos metros, tratar de hacer una base firme, tuvimos que recurrir al abecedario gráfico y a escribir lo que pensábamos a medida que pasaba la actividad.
El día siguiente fui a un lugar donde por x motivos tuve que estar alrededor de una hora con los ojos cerrados, porque menciono esto, ya que la actividad del día viernes en donde no podíamos hablar, y por cierto se me hizo un poco complicado en momentos, pero en lo del día siguiente en donde no podía ver pero sí hablar preferí el silencio y el escuchar lo que sucedía a mi alrededor, que quiero decir con esto que mientras no tengamos alguno de nuestros sentidos, nos sentimos totalmente indefensos, perdemos la confianza en algunos casos pensando que nos pueden hacer daño, esa confianza con la que todos nacemos pero a medida que vamos creciendo la perdemos y creamos la certidumbre ese “conocimiento seguro de la verdad de algo”, que nos impide pensar, reflexionar ya que nos hace creer tenerlo y saberlo todo. Con respecto a lo mismo Don Humberto nos dice que la certeza no es lo fundamental si no que la confianza, y nos da el ejemplo de una mariposa que nace y sale al mundo dentro de la confianza de sus padres, de que hay flores para cada especie de mariposa, etc.
También producto de la actividad, puedo relacionar y tomar sentido a las palabras de Don Humberto cuando él nos habla del desapego, claro que experimente el desapego, el desapego del habla, de la visión, los cuales me hicieron reflexionar en cuanto a mi alrededor a mi circunstancia…..
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